La boda de Fiorella y Pedro fue muy íntima, estuvo lleno de grandes amigos y familiares quienes no dejaban de celebrar con ellos, la consigna desde el principio fue que nadie se quede sentado por lo tanto la noche se cerró con una gran orquesta de Salsa Dura que hizo que incluso al más modesto invitado se moviese un poco.
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